2007-05-28

De por qué había dejado de marchar...


Hoy ha sido el continuum (¿se escribe así?) de unos días tensos, en la víspera del cierre de un medio de comunicación de alcance nacional, el único aún llevando información de la que no le gusta al gobierno, la crítica, la yaga abierta, la exposición pública de su incompetencia y su abierta mediocridad y corrupción descarada.

En fin, que no todos los que trabajan para el gobierno son así... jamás. Pero los chivos, de esos es de los que hay que cuidarse. Y su impunidad, revelada al público, no la podían soportar más.

Excusas, excusas, excusas... y lograron el cierre.

Pero, bien, el objeto de esta “descarga” es comentar porqué en este instante estoy en mi casa escribiendo esto y no con acompañando a mis compatriotas a respirar bombas lacrimógenas y sostener en mis manos una bandera negra...

Y es que hasta hoy había perdido toda fe de que cualquier cosa que hiciéramos en la calle pudiera servir de algo. Carne de cañón, como dice O3, era en lo que nos habíamos convertido. ¿Quién iba a responder por lo que pasara en una manifestación??? ¿Los “Líderes” de oposición? Lo dudo. Eso se había acabado, unos líderes pírricos es lo que teníamos, y sin un objetivo realmente firme.

...hasta hoy.

Hoy he recuperado la fe. Durante el día he visto el desenvolvimiento de los acontecimientos, y he recuperado la esperanza.

Veía una apatía triste en la gente, en la calle, en mi lugar de estudios (un instituto técnico que, bueh...), y me sentía sola en mi posición. Y ante aquello de “no te preocupes por el que piensa diferente, sino por el que piensa igual pero no hace nada”, pues, decidí no volver a tocar la calle, no tocar más “cacerola”, nada. Demasiado “ni-ni” en la calle, de corazón y de mente.

Hasta anoche, hasta hoy desde las 12:00am.

De la mano de los jóvenes universitarios.

Siempre he confiado en la universidad, en el pensamiento de sus integrantes, de los jóvenes que la integran. Y hoy dieron la prueba con la cabeza muy en alto. Y gracias a ellos he comenzado a recuperar la fe.

Porque nuestros líderes no son los políticos, sus peticiones no han sido las escuchadas, ha sido la fuerza masiva de intención universitaria la que lleva la bandera, la que sigue gritando con la garganta llena de justicia, de integridad, de poder, de causa, de lógica y de razón.

Ya nuestra causa no es un genérico “sacar el loco”, reclamar injusticias y desastres. Hoy la causa es LIBERTAD para nuestras gargantas y pensamientos, encabezados por una señal hoy robada, pero Viva, encarnada en RCTV. Y detrás de esto, está cada uno de los responsables de llegar a esto, y luego lo anterior, y lo anterior, y todo, finalmente, representado por el mismo mico.

No sé que va a pasar...

No sé si será como siempre, nada.

Pero me han devuelto la confianza y la fe en mi gente, mi pueblo y el orgullo de llevar un lazo negro en el pecho, una bandera de cabeza o negra ondeando a mi lado y un grito unísono de... ¡Libertad!

Y si eso se lo debo al mico, a que haya empujado tanto que finalmente volcara a tanta gente a la calle de nuevo, ¡pues se lo agradezco mucho! ¡Mico-Mandante!

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